Música, cerebro y hormonas, una relación muy estrecha
Tu oído y tu cerebro, y por tanto tus sentimientos, están más conectados de lo que puedes imaginar. La música llega a nuestro cerebro y allí se producen ciertas sustancias que acaban generando desde sentimientos placenteros hasta de tristeza o incluso miedo. Te descubrimos algunos detalles de esta compleja relación.
La música afecta a tus emociones
Esto lo saben muy bien en el mundo audiovisual. Si has probado alguna vez a ver la misma escena de una película con distintas melodías de fondo, te habrás dado cuenta de la importancia de la música. Encontramos el ejemplo en el cine de terror, donde el sonido es empleado para generar suspense y angustia. Esto es debido a la reacción de la amígdala cerebral ( un grupo de neuronas situado en el lóbulo temporal del cerebro) y que nos predispone a entrar en estado de alerta ante el estímulo sonoro.Tu oído y tu cerebro, y por tanto tus sentimientos, están más conectados de lo que puedes imaginar. La música llega a nuestro cerebro y allí se producen ciertas sustancias que acaban generando desde sentimientos placenteros hasta de tristeza o incluso miedo. Te descubrimos algunos detalles de esta compleja relación.
Un cerebro musical
Capacidad de percepción, movimiento, coordinación o audición, son algunas de las virtudes esenciales de un buen músico e implica que su cerebro cuente con algunas partes especialmente desarrolladas. Por ejemplo, en ellos, ambos hemisferios del cerebro se encuentran altamente conectados mediante una estructura de fibras nerviosas que se agrupan en el denominado cuerpo calloso. También cuentan con un buen desarrollo del cerebelo, que es la parte encargada de la percepción del ritmo.
La música nos une
Cuando varias personas escuchan a la vez un mismo tipo de música, esta es susceptible de estimular sus neuronas cerebrales de la misma manera, dando lugar a una especie de sincronización que puede desembocar en una experiencia o conexión emocional compartida a través del ritmo. Los ejemplos más habituales son los conciertos de música o los ejercicios sincronizados de algunas disciplinas olímpicas. De hecho, esta también puede ser la razón por la que en muchas culturas, a la hora de una batalla, los ejércitos contaban con tambores de guerra u otros instrumentos para sincronizar de alguna manera a los combatientes y acrecentar la valentía de los luchadores.
https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/musica-cerebro-y-hormonas-relacion-muy-estrecha_14069